viernes, 13 de julio de 2012

Crítica: El dictador



Título original: The Dictator Año: 2012 Duración: 83 min. País: EEUU. Director: Larry Charles Guión: Sacha Baron Cohen Música: Erran Baron Cohen Fotografía: Lawrence Sher Reparto: Sacha Baron Cohen, Anna Faris, Ben Kingsley, Jason Mantzoukas Productora: Paramount Pictures

Valoración: 6/10

Antes de nada quiero aclarar una cosa. Las películas de Sacha Baron Cohen o te encantan o te horrorizan. Eso es así, yo lo se, tu la sabes y Sacha Baron Cohen lo sabe; así que si las bromas politicamente incorrectas no te hacen gracia y el humor negro te ofende NO, repito, NO vayas a ver esta película.


"¿Estás embarazada? ¿Va a ser niño o aborto?" es una de las muchas perlas que nos encontramos en la última película del irreverente Sacha Baron Cohen, que vuelve a la carga tras el pequeño tropiezo que supuso Brüno con una una comedia negra cargada de críticas hacia.... bueno, hacia todo. Porque Cohen una vez mas no deja títere con cabeza, con la vulgaridad y la ironía como armas el inglés arremete contra los regímenes dictatoriales, el capitalismo, los gobiernos "democráticos", China, los ecologistas, EEUU, la discriminación y hasta las tarifas de internet en los hoteles. Esta crítica llega a su clímax en un discurso final sencillamente delicioso (uno de los muchos guiños a El Dictador de Chaplin) en el que nos hace dudar de si realmente hay tantas diferencias entre una dictadura y una democracia.


La película se apoya completamente en el carisma del personaje de Cohen, y lo hace con tanto éxito que apenas echamos en falta el guión mas elaborado que tan bien le habría venido. Cameos de la talla de Edward Norton o Megan Fox y un no parar de bromas de indudable (y encantador) mal gusto son los atractivos que nos ofrece un film dedicado a la memoria de Kim Jong-il del que no saldrás indiferente.

Si no te gustan este tipo de comedias simplemente no vayas a verla, puedes quedarte en tu casa disfrutando de clásicos del género como ¿Qué me pasa, doctor?. Debes recordar que el humor negro es como las piernas, hay quien tiene y hay quien no.

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